Hoy quisiera proponeros, más que una lectura, una experiencia: ver juntos Erizo en la niebla, ¡uno de mis cortometrajes favoritos ever!
Y, al terminar, dejaos sentir.
¿Qué os sugiere?
¿Qué reflexión os inspira?
Puede que queráis daros un tiempo para dejar que os llegue la respuesta.
Puede que al instante lo tengáis.
Puede que no os llegue nada.
Y todo está bien.
Después, si os apetece contrastar vuestra visión… ¡leed el artículo!
Ah, no me he presentado: soy Cklo Labella.
Sin más preámbulos,
¡damas y caballeros!
Soyuzmultfilm presenta…
ERIZO EN LA NIEBLA (1975)
- Dirigido por Yuri Norshtéin
- Título original: Ёжик в тумане [Iózhik v tumane]
- Versión original subtitulada:
¿Lo habéis visto ya?
¿No?
¡Venga, a qué esperáis! ¡Son solo once minutillos de nada!
¿Ya sí?
Muy bien, pues…
¡QUE EMPIECE EL SIMPOSIO!

¡Compartamos ideas y datos y sensaciones y curiosidades y…!
Cuando Hidalga Erenas vio este corto me dijo que, para él, el mensaje era el siguiente: «Sal al mundo exterior porque, a pesar de los peligros, todo irá bien».
Una bonita forma de verlo, ¿no os parece?
Su lectura enlazaba, a mi modo de sentir, con la mía: Erizo en la Niebla es un gran ejemplo del viaje del héroe, teoría presentada por Joseph Campbell.
Aunque, pensándolo bien… ¿no lo son (en mayor o menor medida) todas las historias?
Veréis: el mitólogo Joseph Campbell expuso que los héroes ficticios representaban, con sus aventuras y desventuras, las distintas fases por las que los humanos pasamos (o podemos pasar) en esta odisea que es la vida.
Dejadme que lo explique un poco más en detalle:
EL VIAJE DEL HÉROE

Aquí vemos el esquema del viaje del héroe, con sus distintas fases o estadios (nota: hay otras versiones en las que subdividen los estadios, pero esta ya nos sirve).
¡Este esquema que os comparto arriba es una sugerencia!
Porque el orden de dichas fases o estadios no es siempre la misma.
Podemos experimentar más de una vez cada fase.
O bien casi nunca pasar por una, si es que llegamos a vivenciarla.
Este «esquema» o «pauta» se ha usado –y se sigue usando– en la creación de historias sean de cine, televisión, literatura…
Algunos lo han calcado paso por paso.
Otros, no.
Algunos hasta le han dado la vuelta a algunos estadios, creando escenas y personajes memorables.
¡Pero no voy a dar una lección sobre el tema!
Para eso, podéis consultar este artículo doble sobre el viaje del héroe y los arquetipos.
Y, puesto que el protagonista es un tímido erizo, también os enlazo un artículo sobre los rasgos animales en nuestros personajes, ambos escritos por Hidalga Erenas.
Porque en esta entrada solo voy a enumerar algunos estadios que, a mi parecer, aparecen clara y bellamente ilustrados en esta historia.
¡Además, os hablaré de algunos arquetipos que también aparecen!
Veamos:
LA YEGUA: UNA LLAMADA A LA AVENTURA
El erizo parece llevar una vida tranquila y ordenada: vive en un bosque que conoce al dedillo, habita una casita muy cuca y, cada noche, visita a su amigo el osito. Siempre encienden una hoguera, preparan el samovar y toman mermelada.

Fuck! ¡Que le den a la vida de los humanos! Me voy con ellos, pero ya.
Pero esta rutina se ve interrumpida cuando, de camino a visitar a su amigo el oso, ve algo que le deja fascinado: ¡una hermosa yegua blanca en medio de la niebla!

Ilustración a la venta en Gallery Nucleus, basada en esta escena de Erizo en la niebla || Artista: Roman Tabakh. No, no me llevo comisión por poner esto.
Curioso, el erizo se desvía del camino para averiguar más sobre la misteriosa yegua.
Se adentra en la niebla y…
¡se pierde en un mundo distinto!
Bueno, a ver, es su mundo de siempre, el bosque que habita, pero la niebla distorsiona cuanto le era conocido. Le da un nuevo aspecto a todo lo que era familiar, desorientándolo (eso, cuando logra ver algo).
Not All Those Who Wander are Lost.
[No todos aquellos que vagan están perdidos]Extracto del poema «All That is Gold does not glitter»
[«No todo lo que es oro reluce»]
Gracias por compartir su punto de vista, señor Tolkien.
Eeeeeentonces.
Siguiendo las teorías de Campbell, aquí el erizo sería el héroe: aquel que deja el mundo ordinario para adentrarse en el mundo fantástico.
¡El erizo ha dejado su bosque, su casita y su familiar ruta de todas las noches por un lugar medio difuso y lleno de sombras extrañas!
Pero, ¿por qué abandona lo conocido para ir en pos de lo desconocido?
Bueno, si no, no habría historia, ¿no?
Por eso y…
¡porque oye la llamada a la aventura!
La llamada a la aventura es algo que impulsa al héroe a ir más allá de lo cotidiano.
Aquí tenemos un clásico:
Mientras que Alicia sigue a un conejo blanco que le llama la atención, el erizo sigue a una yegua hermosa (y también blanca) que cautiva sus sentidos y le hace desear admirarla de cerca.
En ambos casos es la curiosidad lo que los lanza a la aventura.
Pero podría ser cualquier cosa: una carta de Hogwarts; un androide con un mensaje grabado; unos señores que piden ayuda para encontrar el Santo Grial…
¡Todos la hemos vivido!
Por ejemplo, empezar unos estudios (llamada) que nos llevan a vivir a otra ciudad (un nuevo mundo), conocer nuevos amigos (aliados) y/o afrontar nuevos problemas (retos).
¿Y si no hacemos caso a la llamada?
Pues nada. Nos quedaremos ahí, mano sobre mano, dándole vueltas al «¿y si…?»
¿Qué es mejor? ¿Atender la llamada o mirar a otro lado?

¡Y yo qué sé! Solo soy una chica, ji, ji,ji.
A nivel simbólico/psicológico, el erizo abandona el consciente para adentrarse en el inconsciente. Un lugar donde las leyes son otras, así como sus habitantes.
Aunque, ¿y si fueran las leyes del inconsciente las que rigen el mundo ordinario? ¿Solo que… nosotros no nos damos cuenta?
EL BÚHO: ¿LA OTRA CARA DEL HÉROE?
Tanto antes de adentrarse en la niebla como cuando ya está en ella, nuestro erizo/héroe es seguido por una criatura de lo más extraña.
Por este búho, en concreto:
Me parece que el búho es una representación, una metáfora, de una de las facetas que más caracterizan al erizo: su gusto por lo «no normal». Por lo misterioso. Por lo desconocido.
¿Que de dónde saco que el erizo es así?
Bueno, le gusta contar las estrellas. Por el camino se entretiene jugando con su eco en un pozo. Y, ¿qué me decís de lo de meterse en la niebla para averiguar más sobre la yegua? Es de carácter curioso y no ha perdido el sentido del juego. Conserva algo de niño.
¡Ve lo extraordinario en lo ordinario!
Y el búho lo imita en todo momento.
Y cuando el erizo lo ve junto a él, no se asusta tanto como cabría esperar.
¿Qué relación tiene el erizo con esa parte suya, la curiosa y aventurera?

«¡Menudo tío raro!» opina el erizo del búho.
Si el erizo rechazase al búho de forma violenta o saliese huyendo despavorido, el búho sería, según Jung, la sombra del erizo.
La sombra es, según este señor, un aspecto que no aceptamos de nosotros mismos.
Podemos llegar a negarla tanto que incluso podemos no verla. No percatarnos de que está ahí. Pero está, y sigue nuestros pasos allá a donde vayamos.
Como el búho, que sigue al erizo allá a donde va.
¿Os habéis fijado en que es el único personaje, junto al héroe, que pasa por los dos mundos?
Quizás el erizo no rechaza del todo al búho. Pero tampoco le da un abrazo: lo trata, despectivo, de weirdo. Una compañía que no molesta, pero que tampoco invitarías a tu círculo de amigos.
¿Y si aceptase plenamente esa faceta y se convirtiese en, no sé, explorador profesional? Eso sería integrar la sombra y, según el psicoanálisis junguiano, a un «yo» más completo.
EL ÁRBOL: UN CAMINO SIN RETORNO

¡Pero qué cute! ¡Animales del bosque, me voy con vosotros! ¡Tomar por culo tó!
Hay varias criaturas que viven en ese mundo de niebla: un caracol, un murciélago, un elefante… (¿qué hace un elefante en medio de un bosque ruso?).
Todos ellos son aspectos de la psique. Y, al menos en este caso, son inofensivos. Pero parece que este es el primer viaje del erizo a su a su interior, ¡y lo desconciertan y/o aterran!
Parece que, al menos por ahora, el erizo ha olvidado a la yegua: ¡está demasiado absorto en su viaje, en descubrir criaturas, en ver dónde pisa, como para recordarla…! Es ahora, cuando el héroe está del todo sumido en la aventura, cuando se topa con un árbol.

¡Toooooma animación artística!
El árbol está relacionado al axis mundi (eje del mundo en latín).
Es un lugar central en el mundo que opera como canal, como vía de contacto, entre el mundo inferior y el superior.
Entre nuestro mundo y el de los Dioses.
¡Simbología everywhere!
Por este árbol pueden comunicarse los Dioses con nosotros, y a la inversa.

Los zigurats como el de Ur, las pirámides como las de Egipto, y otros templos, también serían representaciones del axis mundi.
Así pues, el erizo ve el camino hacia lo elevado.
La posibilidad de ascender y dejar atrás el mundo ordinario, su mundo… para siempre.
En otras palabras: quedarse a vivir en las profundidades de su psique.
¡Y, en esas, pierde el tarro de mermelada que le llevaba al osito!
Esto es interesante.
El erizo empieza a buscar su tarro como un loco.
¡El tarro de mermelada es su ancla a su mundo! ¡A su existencia de erizo!

¿Por qué buscarlo tan a lo loco? ¿Por qué no se plantea dejar atrás su mundo ordinario? Será que su mundo le gusta. ¡Hay que irse con él, definitivamente!
El tarro de mermelada es la representación de su identidad.
La identidad se forja en base al papel que se desempeñamos en el mundo ordinario.
¡Y él siempre lleva mermelada a su amigo!
Si la pierde, se pierde a sí mismo… ¡y no podría regresar jamás!
Porque olvidar quién se es , implica olvidar a dónde se pertenece.
¡Esto de bucear en el inconsciente tiene sus riesgos!
El erizo está muy asustado.
¡Todo cuanto le rodea le parece, de repente, aterrador!
¡Oh, no! ¿Qué es ese ser que asoma en la niebla…?
¡¿Quiere comérselo…?!
EL PERRO: UN DESCUBRIMIENTO
Chill: nadie va a comerse al erizo.
El ser amenazante resulta ser un amistoso perrete.
Tiene unas fauces interesantes, pero es majo.

¡Adorable el momento en el que el perro bosteza y el erizo se asoma para verle la boca mejor!
¡El perro le devuelve al erizo su tarro de mermelada!
Aquí, el espectador relaja tensión.
Parece que, a pesar de los miedos del héroe, tiene aliados.
Vaya, vaya.
Y es que quizá todo aquello que tememos –todo aquello incontrolable en nosotros, todas esas pulsiones del inconsciente, esos aspectos de la psique– inspiran miedo, pero no son enemigos.
O, como diría el poeta Rainer:
…todos los dragones de nuestra vida tal vez sean princesas que solo esperan vernos un día hermosos y atrevidos.
Aún así, el erizo ha llegado al límite de sus fuerzas.
Y se cae en un río.
EL PEZ: UN RESCATE
¡El río!
¡Las aguas, uno de los símbolos del inconsciente!
¡El constante flujo de la vida, que hallamos tanto en el macrocosmos como en cada uno de nosotros como microcosmos!

Según las diversas escuelas de yoga, este flujo es llamado prana y podemos facilitar su recorrido por nuestro cuerpo mediante respiración (pranayama), posturas (asana) y otras prácticas.
Pero el erizo no está ahora ni para yoga ni para yogo.
Agotado anímica y físicamente, el héroe se abandona a sí mismo.
Está en una de las fases del viaje del héroe: la noche oscura del alma.
Cree que se ahogará en las aguas.
Que jamás volverá a ver a su amigo el osito.
Pero, estando a merced de ese flujo vital, surge la fuerza pro-vida: ¡un pez!
¡Un habitante de lo más profundo de la psique/río!

El pez le dice al erizo que no tema. Que él lo llevará hasta la orilla.
La sorpresa del erizo no tiene parangón.
Cuando pisa tierra firme, se vuelve para dar las gracias a su misterioso salvador, al que nunca vemos de forma nítida. Pero sabemos que está ahí.
El pez replica suavemente que no tiene importancia.
Como si su misión fuese esa desde el principio: rescatar a los viajeros perdidos.
Y, habiendo cumplido, el pez regresa a las profundidades.
EL OSITO: DE VUELTA A CASA
¡Al fin!
Tras tantas peripecias, ¡el erizo llega a casa del osito!
Y el mundo vuelve a ser el mismo de siempre: conocido y acogedor.

Por cierto, ¿no os parece que el oso es un poco chapas? ¡No deja de regañar al erizo por no aparecer cuando lo llamaba!
–Te llamaba y te llamaba, pero no contestabas (…). ¡Oh! ¿Quién más sabe contar las estrellas como tú? –le dice el osito a su amigo.
¡Amo este momento! Qué burda pero potente forma de decir «¡Te quiero, y valoro tu papel en mi vida!»
En esta escena final, el erizo apenas responde a la cháchara del oso.
Parece ausente.
Por su expresión, es difícil saber qué ronda por su mente y su corazón.
¿Se está aún recuperando de su aventura?
¿O, es que tras experimentar tantas sensaciones nuevas, está aburrido de oír los comentarios de siempre?
Quién sabe.
Atrás queda el mundo de la niebla, el mundo fantástico.
¿O no?
CKLONCLUSIÓN
A mí me parece que una parte del erizo aún sigue buscando a la yegua blanca.
Todavía no ha descubierto todo lo que quería de ese mundo fantástico.
La visión de la yegua le condujo a vivir una experiencia sin igual… y ya no volverá a ser el mismo.
Y es que, ¿acaso no cambiamos todos tras cada aventura y desventura vivida?
¿No nos llevamos siempre un poco de cuanto experimentamos?
Yo creo que sí.
Aunque solo sea una pregunta, como la que cierra esta hermosa historia:

«¿Cómo está ella… allí, en la niebla?»
UN PAR DE DETALLES MÁS…
Antes no he dado información sobre el corto para no condicionaros. Pero permitidme que ahora me redima.
Empecemos con un par de anécdotas:
- 1) ¿Sabíais que Hayao Miyazaki es un admirador de la obra de Norstein?

Sí, el creador de Mi vecino Totoro es fan de Erizo en la niebla.
Y… ¿os suena esto?
- 2) Tan grotesco ser es un homenaje del equipo de Padre de Familia al corto que hemos visto.
¡Es genial ver cómo los artistas se influyen unos a otros, moviendo la rueda de la creatividad!
Esa creatividad que hace de este mundo, si no un lugar mejor, uno un poco más habitable.
Os dejo unas sugerencias de búsqueda para que podáis ver más creaciones como Erizo en la niebla, además de conocer de primera mano a sus creadores:
-
Buscad Soyuzmultfilm en Youtube, ¡saldrá casi toda su producción subtitulada e, incluso, doblada!
-> Aquí os dejamos una lista de Youtube a dibujos rusos.
-> Y aquí una web donde podéis ver de películas rusas subtituladas (principalmente en inglés, algunas en castellano).
Quisiera terminar agradeciendo la labor del director Yuri Norstein, así como a todo el equipo de Soyuzmultfilm y al creador de la historia original, el escritor Serguéi Kozlov. Spaciba!
Y a vosotros, gente, ¡gracias por leerme!
Sigue a Attannur en Instagram o en Facebook.