A los trece o catorce años me leí It (Eso), de Stephen King.
Y, ¿sabéis qué pasó?
Mis profesores ultracatólicos se preocuparon por mi salud espiritual: «¿Lectura satánica? ¡Llamaremos a tus padres!».
Mis compañeros se preocuparon por mi salud intelectual: «¿Eres una empollona? ¡Qué tocho te estás leyendo!».
Y, mis padres, por mi salud física: «¿Más deberes? Sal a que te dé el aire, ¡llamaremos a tus profesores!».

En fin, ¡It fue polémico en mi vida!
Pero no capté su simbología hasta años después, cuando Andy Muschietti estrenó su adaptación cinematográfica en 2017.
¿Y cuál es ese mensaje?
Creo que Stephen King quiso decirnos que los cambios son una constante en nuestras vidas…
¡y que pueden ser aterradores!

«¡Claro que no va a estar bien! ¡El cambio nunca es bueno! Dicen eso, pero no es verdad». Sheldon Cooper lo secunda.
Un gran cambio al que nos enfrentamos es el cambio de niño a adulto. ¡Y después vienen muchos más! Pasar de estudiante a trabajador, de soltero a casado, de no-padre a padre… que sí, que la vida no es lineal, pero sé que me entendéis.
Para ayudarnos a pasar por estos trances, todas las culturas del mundo han inventado… ¡los ritos de paso!
Y creo que en los ritos de paso se centró Stephen King para escribir It.
Pero, ¿qué son los ritos de paso?
Dejad que tita Cklo os lo explique:
Leer más